Ayer envuelto en el tedio vespertino dominical, en una de esas redes sociales donde nuestras cosas pueden ser examinadas por un espía de tres al cuarto me reencontré, a través de
Laboca, una estupenda banda de rap nada convencional, con Tonino. Y fue algo muy evocador. Tonino Carotone antes de ser una especie de cantante melódico muy surrealista, fue Toñin uno de los cantantes y compositores de Kojón Prieto y los Huajalotes que hacían corridos mejicanos pasado por la batidora de lo que se llamo Rock Radical Vasco, al menos así los etiquetan algunos. Vamos música festiva y bailonga con algunas canciones que tocaban temas sociales. Destacaban la insumisión y la situación de los reclusos y no por casualidad. Toñín fue al trullo por insumiso. Muchos piensan que estuvo previamente con
Tijuana in Blue, yo también lo pensaba, pero va a ser que no, el que si estuvo fue Gavilán, otro cantante de la banda. De Tijuana in Blue se podría hablar mucho. Fue una de las bandas pioneras del rock radical vasco, mítico es su primer disco compartido con
Potato los creadores de la Euskadi Tropical.
Pero estamos a setas, así que seguimos con Antonio de la Cuesta, y su etapa kojonera. En El Mariatxi hablan de su injusta condena.
A mi generación no le pillo del todo, el asunto patriótico militar. Ya había Objeción de Conciencia, que también nos parecía una mierda, pero no todos eramos tan valientes como los insumisos y tampoco queríamos protagonizar
Soldadito Español. Además que muchos ni siquiera la llegaban a hacer u otros como yo, pedíamos prórrogas de estudios hasta que por fin alguien decidió profesionalizar el ejercito y dejar de tocar los pies a la muchachada.
Y ya por fin llegamos a la actual etapa de Tonino, la que ha hecho que me retrotraiga a tiempos pretéritos. Un día, hace tiempo ya, en las noticias te enteras de que ha triunfado en Italia con su Mondo Difficile y tienes que sonreír.
E' un mondo difficile
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