Será por eso que esto va tan lento. Le miro y le noto pálido, frío, como sin vida. Una especie de marioneta de madera medio pocha. Se queda pillado, voy a mirar las lucecitas del enroutador, llamó a Orange, me cago en sus muelas... La secuencia de siempre. Pero está mañana, hace como diez minutos, he llegado a una conclusión. Escuchando la radio ha vuelto a salir uno de los temas de actualidad, los tertulianos opinaban, que iban a hacer, para eso están. Total que he deducido que tengo un ordenador zombi. Así como suena. Los yankies o quizás la seguridad británica me vigilan, me vigilan a mi pero quizas a ti también. Todos somos supceptibles de estar bajo su mirada.
No debemos preocuparnos, es por nuestro bien, como nos decían cuando eramos niños y eso va a ser, nos tratan como niños, no necesitan nuestra opinión, con que trabajemos, consumamos y no nos
quejemos demasiado es suficiente. Ellos a cambio nos ofrecen la seguridad. Gestionan nuestros miedos, más bien los crean, por ejemplo armando a los insurgentes en Siria cuando los medios tradicionales nos dicen que entre ellos campa a sus anchas Al Qaeda.
Nos ofrecen la paz, la paz de los cementerios a cambio de nuestra libertad y de tratarnos como imbéciles. Todo muy orwelliano. Nos tenemos que enterar gracias a que un valiente saca la ropa sucia del imperio a relucir.
Este maravilloso y tecnológico mundo de aplicaciones, móviles androides y demás moderneces puede conducirnos a una sociedad distópica lamentable.
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